domingo, junio 11, 2006

VENTANAL NOCTURNO AL VIAJE DE CAIN


A ti, que a esta hora debes habitar algún suburbio.


1


Después de la tarde,
Entre tus manos las avenidas se hacían pequeñas
Para el regreso,
En el centro de la casa había un hoyo de soledad que reflejaba
Un mañana sin mañana
Y las moscas desde la ventana contemplaban los últimos días del hogar,
El ruido inmediato,
Desposeído,
Se apoderaba de los rincones donde las arañas dormían el último invierno cálido de ayer,
Unas flores sobre la mesa
Desataban el recuerdo del jardín ya sin fragancia
Y un frasco de Nescafé casi vacío como nuestras vidas
Meditaba seriamente sobre su jubilación adelantada.

Para el último recibo de luz sobre un mueble abandonado
La sentencia definitiva le había sido dada
Y la poca luz de los días de aquel setiembre
Ya nadie nos facturaría nuca más.

El perfil de las tardes de aquel entonces
Llegaba como un incendiado crepúsculo desde el oeste,
Nuestras sombras alargadas por la pena de lo irremediable, surcaban infatigables las últimas horas del hogar.
Por eso la navidad fue tan vacía en aquel año
Y tan insípido el amarillento año nuevo
Porque los días sabían que sería el último en que tu aliento acariciara mis noches
Por eso el cartero cansado de golpear tantas veces sin encontrar a nadie
Se cansó al ver las tardes vacías
Y decidió regresar jamás.

Nuestro ayer ya había sido llevado a otra casa vacía
En una tarde de ausencia
Con nuestras últimas maletas para siempre.
En el lugar de la malva, florecía un macetero vacío
Y en los cordeles de la azotea
Nuestras tardes de enero estaban ahorcadas sin retorno.

Por eso cuando veo que el invierno atraviesa de nuevo las tardes
Frente a un frasco de Nescafé casi vacío
Me acuerdo de ti
Y de los últimos días
Y persigo a las moscas para olvidar tus ojeras.



TE FUIS AGITANDO DE VERDAD TUS NEGRAS ALAS DE MENTIRA

6

Te fuiste agitando de verdad, tus negras alas de mentira
Sabiendo que los días
Con su paso inexorable
Otros rostros traerían a callar mi angustia,
Y así fue
El cartero no encontró a nadie
Cuando fue a entregarme tu adiós
Yo habitaba ya lejos de distancia,
Tan cerca de la calle más larga
Donde años antes mirábamos las osas
En nocturnas veladas
Otro rostro ya
Había llamado a la puerta de mi estancia
Entre los libros amarillos que pude rescatar antes de mi destierro.

Otro rostro ya
Dibujaba sonrisas en mi noche,
Entre las rosas muertas de un ayer desdibujado en la ventana
Mientras tú volabas
En otras tardes, sobre tu exilio ausente

Yo para entonces ya no te amaba.

Yo para entonces comenzaba a olvidarte.

Yo para entonces en medio de un suburbio

Empezaba a habitar el otoño con mis pies descalzos,
Con mi mudo silencio,
Otro rostro apareció en mi noche,
Pero tú
Te fuiste agitando de verdad tus negras alas de mentira

Cuerva casi amada
Que a esta hora después de tanto tiempo
Como una sombra has venido sobre mi recuerdo,
Que aún después de tantos inviernos
Aún me llegan plumas negras
De un vuelo circular y lento
De tu agitado vuelo de verdad de tus negras alas de mentira.






EL MAUSOLEO DE JINNHÁ
12



En el mausoleo de Jinnhá, eternamente inacabado, yo recogía mujeres de la calle
Como un herramientero atroz que recoge las hojas del otoño
Vestidas de tristeza,
En medio de la lluvia cuando los transeúntes retornaban a su hambre
A beberse un café tibio en el rincón de la casa.

Tú ya te habías marchado con tu amiga cargando una maleta llena con mis tardes,
Ya el vecino me había advertido que no volverías hasta la media noche más dos
si es que volverías.
Y así fue
Cuando llegaste eran las dos,
Tu rostro iluminado por la noche de mi silencio me anunciaba un amor cálido y secreto
Ya te habíamos perdido y ella lo sabía mejor que nadie,
Ella te había ganado y lo sabía mejor que nadie,
Nos habíamos quedado sin ti y lo sabíamos mejor que nadie.

Por eso con nuestro hijo cada tarde jugábamos a la saperis
Para engañarnos que éramos felices
O leíamos a Rushdie intentando vivir en la india aunque sea sólo para olvidar
Que nuestra casa en un segundo piso estaba quedando cada vez más sola
Y llenándose de angustia.
Tu madre, una tarde, llegó con un cordón umbilical atado al cuello
Su última muerte estaba fresca en su garganta,
Un perro la olfateaba intuyendo un hedor que anunciaba carroña.
Su último nieto desesquematizaba la economía del nuevo padrastro y prefirió sentenciarlo,
Antes de ver la luz acabó en un desagüe como tantas veces, como tantas otras tardes,
Con tantos otros nietos inoportunos,

Menudo prontuario el de la doña.

Yo recogía mujeres en la puerta del mausoleo de Jinnhá
Y olía a coñac
Debo reconocer que más de una vez retorné ebrio a casa a media noche
y que otras veces no regresé hasta el día siguiente
Pero en toda esta historia fui más feliz que la doña por que no maté a nadie,
Fui más bueno que tu amiga porque no te hice el amor en hoteles de quinta
Y fui mejor que tú porque no te engañé más que con una mujer,
Aquella que recogía cada noche en el mausoleo de Jinnhá, eternamente inacabado,
Y Hoy ya casi olvidado.


Casa sin nadie
9


Dentro de la tarde
Sobre la mesa un llavero olvidado
Yace de ausencia.

Inútilmente espera la cerradura de alguna puerta.

Una mosca atraviesa el salón más cansada que ayer
Intuye su próxima muerte al borde de la cortina,
Los autos atraviesan la calle con angustia de agosto,
El viento más fuerte a esta hora
Golpea las ventanas con tristeza

Dentro de la tarde
Hay unas horas
Antes de que los regresos crucen la ciudad interminable
Y los buses cruzan llenos de gente
Sin ningún destino, sin ninguna orilla

A esta hora la angustia
Atraviesa mi garganta
Como una espada de pena
Que pese a todo no a de matarme
Y cuando dan las diez el miedo crece,
Miedo de llegar a una casa sin nadie
Con las ventanas abiertas y el vacío en el aire.


No te odio porque el amor es un sentimiento
Y yo por ti ya no siento nada


10


Te había esperado toda una tarde
Aún sabiendo que nunca llegarías…

Los otoños sólo arrastran hojas secas
El tiempo sólo poemas amarillos.

Debe ser por eso, que hoy casi catorce
Tu sonrisa desdibujada ha vuelto.

Cruzó el umbral de mi mañana
Y tus ojos se asomaron
Por un patio menos azul
Ya no existes en mi angustia,
Es decir,
Ahora eres la sombra muerta que el recuerdo a veces resucita
Como resucitan los rostros de ayer
En algún álbum lleno de fotografías.

Eres la página ya leída de un libro cerrado para siempre
De amarillo recuerdo,
De aroma olvidado
Como mis lecturas de poemas del ´60
(Cuando las aguas de este río
Eran gota de lluvia en la memoria)

Yo sigo creyendo a esta hora
Que los eneros son diciembres con trajes de tristeza.

Yo sigo persiguiendo a las mariposas
Y aún cuento los silencios
En los rostros de los hombres.

Sigo escribiendo en el aire las historias de los hermanos Grimm,

Sigo creyendo en la justicia de los hombres,
Y aún sigo pensando que los duendes habitan los hornos y los higos.
Y cada vez que soñamos las hadas nos transportan en sus alas
Al mundo de los sueños.

Como ves no he cambiado
Por eso aún me acuerdo de ti.

Ahora que creía haberte olvidado
Las palomas del recuerdo
Han venido con sus tristes mensajes
Para hacerme recordar que te has marchado.

Hoy casi cumpliríamos quince años de amor
Ahora en cambio sólo cumplimos
Quince años de desamor,
De perseguirnos entre juzgados y silencios.

De buscarnos heridos,
Abandonados
De encontrarnos a solas donde nadie puede vernos
Como aquel día
En que por última vez hicimos el amor en la casa de tu madre.

Como vez… yo no he cambiado
Tu amante ya no me busca para quebrar mis ventanas
También ella se ha cansado de perseguir a mi sombra.

Esa sombra que hoy se desliza
Tras la noche fría de este jueves
Ahuyentando a gritos tu recuerdo.

Con un traje de perro y una mancha en la frente
Caigamos a la profundidad de los papeles,
A la ira de las palabras encadenadas,
A manifestaciones tenazmente difundidas
A sistemas envueltos en amarillas hojas.


PABLO NERUDA.


EXPEDIENTE

Con un traje de abandono entre las calles, subiendo y bajando escalinatas,
Descendiendo otra vez hasta el día siguiente.

Y los gritos horrendos de un bebe muerto en medio de la tarde.

Pasillos silenciosos de hospital y de denuncias, negando lo negado.

Un testigo de Jehová vocifera mi nombre con amargura pegado a la pared,
Para no ser visto por Dios,
Dios ha empezado a odiarlo mas que yo por negarme ver a mi hijo de cinco años,
Mi hijo de cinco años esta llorando a la distancia por no verme
Yo he llorado siglos desde su ausencia.

Una jueza entra y sale examinando la condición humana de estupidez humana
Relee papeles amargos llenos de mentiras y de horror ydeduce que es estúpido todo eso y mas

Ellos quieren asesinarme, desde frente,
Mi naturaleza extendida los precipita por un abismo de ira,
Anatemas del alma, miradas envejecidas por la amargura y el odio.

Yo apenas, una sonrisa, una vida, una ausencia, una verdad.

La tarde persigue a las horas fugitivas
Un expediente bajo el brazo del secretario anuncia que no he muerto,
Unas firmas al final anuncian una tregua.
Un desespediente bajo el brazo se marcha por los mismos pasillos
Y nosotros tras él deshumanizados marchamos hasta la siguiente citación
Que llegará con hedor a mentira
Ahogando la mañana y los cristales rotos de la ventana sin sentencia
Abrazarán a la tarde como siempre.

El hijo de cinco años dormirá a la distancia, hasta que sus captores decidan liberarlo
Mientras fabrican expedientes para mentir que tienenrazón
Y Dios desde el cielo los mirará en silencio.

Y el domingo de puerta en puerta predicarán la palabra de Dios.


Hunden sus manos en el asfalto de la mañana mientras ensayan sonrisas,
Las puertas se abren y vuelven a cerrarse, no se quiere más mentiras sobre nadie,
Ni de la virgen María, ni del padre violento, el viento también huye a otras praderas.

Solo las moscas se acercan por el hedor de sus caminos
Pero no les interesa las guerras con santos, ni oir mentiras sobre el Papa, ni el estilo barroco,
Por eso también se marchan con el viento y los pajaros vuelan mas distantes cansados de mentiras.

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