lunes, enero 17, 2011

Tú también...


Tú también le pusiste alas a la noche
Y te marchaste a un lugar oscuro con un hombre al que creías amar
Te alejaste de mí
Y yo dormía en el mundo de tu ausencia
Agónico
Aterido a la distancia de tu cuerpo que se desnudaba sobre mi angustia.

Tú también, como ellas
Esas otras que se arrancaron mis alas y llenaron mi cuerpo de alfileres para clavarme en la pared.
Creíste que te amaban en la soledad de esa noche
Entre paredes largas y frías
Entre el murmullo de las horas cuando caen como la lluvia
Y cuando entraron en tu alma
Cerraste los ojos para pensar en mí.

Tú también, como todas,
Me engañaste una noche para apagar tu soledad
Y hoy estás más sola todavía.