jueves, octubre 17, 2013

Celendín



Había vuelto por última vez
Para despedirme de una ciudad a la que no volvería

Eran las dos de la tarde
Y la plaza por la que tantas veces recorrimos estaba casi vacía,
La lluvia caía.

Era martes en mi angustia,

La gente iba y venía con mirada vacía,

A unas cuadras estaba la casa a la que nunca más volvería,
El viento se llevó el otoño de otros días,
Era la mitad del invierno
Y la mitad de mi vida.

Detenido en una esquina
La lluvia caía
Sabía que era la última vez que volvía.

Porque el amor se muere
Cuando menos lo esperamos en cualquier recodo de la vida

Porque la existencia es agria
Y todo se termina.
Yo aquella tarde sabía

Que nunca más volvería.