sábado, junio 10, 2006

VENTANAL NOCTURNO AL VIAJE DE UNA BARCA



A un hombre distante: Mi padre.



I Son never forgets..



PESCADOR MINERO

Cuando la tarde cubierta de niebla
Cubría el puerto como una estela
Él llegaba en autobús
Después de atravesar el ruido de la ciudad
Para hacerse a la mar.

Las mareas querían alcanzar las estrellas
Como queriendo inventar otro destino
La abuela aguardaba rezando
Por la barca hecha a la mar
Anchovetas,
Era la década del sesenta,
El Perú era la anchoveta,
Los días y los ebrios eran una larga fila de anchovetas
Aguardando la luz.

Papá no fue marinero,
Fue pescador
Hasta quitarle al mar la A, la R
Y quedar en minero
Coronado de metales y tristeza.

Ahora cuenta sus domingos
Tendido frente al sol.

Papá pescaba anchovetas
Y el patrón ganaba cinco soles por tonelada.

Y un día se cansó de buscar vetas en el mar


Y las buscó en la tierra
A tres mil novecientos metros sobre el nivel del mar
Y las halló.

Ahora yo busco la veta
En el centro de su corazón.

Él se llenó el cuerpo de piedras
Hoy las lanza a la tarde
Y recuerda los años sesenta pescando en el mar

Anchovetas y tardes muertas.
La abuela ya no está,
Yo lo miro desde la ventana
Él aún sueña
Con la vida del mar
Y callado se pone a pensar.

PLAYA

Mi padre pescaba mañanas azules
En una barca
Y su aliento llegaba a las estrellas

Él era un pescador
Solo
Halando redes pesadas,
El mar entonces cabía en su mirada.

Mi padre dormía en literas
Y soñaba con húmedas tierras
Soñaba con costas
Siempre negadas,
Siempre vueltas en el dobles de una esquina.

Una playa frágil
Larga estela de soledad y arena.

Una playa
Llena de gaviotas
Y húmedos silencios de fósiles batracios.


LA BARCA Y EL ROSAL

Papá antes de ser marinero
Fue pescador
Ya lo había dicho una tarde
(Cuando una bandada de sueños
Surcaba el cielo vacío)
Es difícil retener
Sus ojos hundidos en el mar
El hambre de un naufragio,
En una isla desierta
Alimentándose de los huevos de las aves
Alimentando sus tardes
De blancos cascarones
/Sólo el mar
el mar solo,
Solamente el mar
El mar solamente solemnemente
Inacabable
Como hoy mi angustia pacífica
De profundidad
De Océano Pacífico
Telúrico mar de pacífica angustia.


Fue allá en Chimbote
Cuando el muchacho blanco
Y su altura
Dejaron la piel
Y curaba sus heridas
Con aceite de anchoveta
Frente a una caleta que aún existe,
Pero ya sin sus sueños
Sin conocer el agua de antimonio
Sin saber
Que años después
Cargaría el ataúd de sus recuerdos
En una mesa de mañana.

La barca ya no está más
Se la llevó en su memoria
La abuela una madrugada.

Desde entonces le llevamos flores frescas
A la barca y a la abuela.

Aún vuelan las gaviotas
En ese mar hoy menos azul
Y en los ojos de mi padre
Surca una lágrima breve
Hasta el fondo de una barca y un rosal.

LA CALLE DE LOS HORNOS

Atravesaba el pueblo
Con doce años hasta el pan.

La calle de los hornos
Era un remedio a su soledad

Y la lluvia mezclada con su llanto
Retornaban
Al hogar sin hogar
Desde la Boggio hasta el pan de cada mañana
Con el pan sin hogar
Y regresar
Un impermeable cubría sus doce años
Y su sombra era larga entre las piedras
Que tantas veces,
Después
También lo harían llorar.



ABUELO


Fue en el hospital de Belén
Cuando el último vestigio de sus sueños
Se apagó.

Aquel hombre triste de sombrero de paño
Dejó las tardes y los regresos,
La abuela lloraba
Mientras la tarde llamaba a la puerta
Los días vacíos se anunciaban en el umbral,
Corazones vacíos
Estrellas lejanas
Bajo el manto de una noche del cincuenta.

El padre
Nunca habría de volver hasta el hogar,
El abuelo había suspirado su última ausencia.

Y aquel niño lloraba
En medio de la noche
Mientras jugaba con los dedos de sus pies
En un rincón de una noche vacía.



PERRO PASTOR


¡Ah! Minero aquel
Entrabas a la mina a la mitad de la noche,
Un perro pastor
Era tu única compañía.

Cuando dieron las dos de la mañana
Te avisaron que un derrumbe
Había callado la palabra de un hombre para siempre.

Nadie vio tus lágrimas
Sólo el perro pastor
Que tampoco hoy te acompaña.



COMUNIÓN

Una mesa de madera,
Merienda marina
Cebiches salados de mar
Sobre un mantel rayado,
Una raya decapitada
Junto a un jurel
Los limones son frescos en el hambre.

Que importa si la ciudad huele a muerte.

La harina de pescado
Da a todos de comer
La mesa también lo sabe
Y la fuente de fierro enlozado
Y el mantel rayado
Tendido sobre una mesa de madera.



PUERTO

Piedras negras de mar
Ojos de pescado,
Pelícanos aturdidos

Gaviotas abrazando el cielo,
Agua salada
Cerros de arena
Un pantano de agua dulce,
Olor a mar muerta
Ruidos de hospital

Lanchas y ajetreos
Cansancios de burdel
Mar inmensa frente al cielo
Y entre los dos una barca
Cual barco de papel.



METAMORFOSIS

Mar
Marinero
Marinero sin mar
Un día te desterraste
Entonces marinero quedaste sin mar
Convertido en
M...inero

Marinero
Ma...inero
M...inero

Minero al fin
Sin mar ni barca
En la jalca y tu soledad.


BARCO DE PAPEL

Y
Una
Sola
Barca.
Solitaria
Se hacía a la mar
Cada madrugada en la playa

Mientras la madre aguardaba con tristeza, el retorno cotidiano
El regreso del pescador hecho a la mar. Y en sus ojos
Fulguraban las lágrimas de una pena añeja
Porque sabía que la vida es frágil,
Breve y no regresa más
Breve, breve, breve
Cual barco de papel



PAPA

Lanzabas al mar
Tus días solos,
Tus tristezas
Tus pasiones
Lanzabas,
Lanzabas la amargura de unos días
No muy buenos, llenos de pobreza
De mañanas inacabables de tristeza
Lanzabas en una red tu vida entera
Tu juventud, tus angustias primeras,
Lanzabas tus penas al volver la mañana.
Después te acomodabas en tu abrigo
Como queriendo abrigarte el alma.
Y mirabas al mar como mirando
Una ciudad extraña,
Extraña y sin fin

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