viernes, noviembre 27, 2009

Cartas desde una oficina de redacción a tu mirada








(1) Calle,

Ya no voy a correr este velo de misterio que nos cubre cada vez que nos miramos,
Me he cansado de tomar tus ojos con los míos cuando nadie puede vernos
Y he descubierto que en tu mirada de manantial cristalino
Habitan los elfos de mis tardes más vacías.

Y me acuerdo de las cosas que nos unen,
de las letras que escribimos
de lo que va más allá de tu amor.

Por eso construyo el mañana con retazos
De tu tiempo
Y
Espero
En uno de los rincones de la tarde
A que regreses.

Esta banca ya me conoce, esta pena empieza a quererme
Como no me habían querido desde la última vez que me llevaron a la escuela tomado de la mano con el pelo desordenado y la cara triste.

Yo debo retomar por esas dos agujas del tiempo mi camino
Y transido, solo y al borde de esa banca deshabitada
Me parece que es un precipicio si tus manos no toman las mías.

El vuelo de palomas emerge desde la fuente
Ellas saben que la tarde es pasajera como la lluvia
Cuando veo aparecer tus ojos de pena en mi memoria
Renace tu palabra incierta en mi recuerdo.

No voy a esperar a que los geranios florezcan
Ni a que la mañana se termine para ir tras de tu sombra
Y
Tomarla
De la cintura
Para ir de compras por esos lugares llenos de gente
Como lo hicimos en febrero
Cuando sin dinero fuimos felices
Subiendo y bajando unas escaleras que nos llevaban a cualquier parte
Porque tenerte era estar en cualquier parte
Y estábamos en Ginebra y en Estambul
Con solo una mirada
Y habitábamos mañanas con hijos desconocidos
Que quien sabe si alguna vez veremos sus rostros.

Y todo el centro comercial nos pertenecía
Y la muchacha de larga tristeza que vendía
Carteras vacías, llenas de nada
Y ese niño desconocido que nos miraba mientras soplaba su helado
Y esa mujer
Que susurraba a la distancia con su sonrisa marchita
Y esos todos
Y esos nadie…

Que fácil es ver las estrellas de tus manos
Atado a ti como un hombre cibernético al que lo atan de un cordón de plata.

Que fácil es resucitar la carne muerta entre tus manos,
La vida muerta,
La ausencia larga de las horas
Y tejer alegrías con el brillo de tus ojos.

Nadie va terminar esta calle larga por donde caminamos.
Por esta calle sola
Que es la carretera, el camino y el puente
Por donde nuestras vidas se van por puntos opuestos
Hasta encontrarte,
Entre silbatos de policías, ruido de automóviles
Y agentes de teléfonos que nos miran aturdidos.

Un lustrabotas a la distancia nos mira con las manos manchadas
Y el alma limpia…

Es la hora de volver y estamos en medio de la nada,
Ausentes de nosotros
Con nosotros mismos,
Con nosotros en el alma.


(2) La mañana en que llegaste a la oficina de redacción,

Aquella mañana que te vi llegar
Tenías los ojos infinitos en medio de la nada

Las mariposas en enero salen a los prados en busca de flores.

/La mañana en que llegaste
Dejaste tu equipaje
Para siempre
En ese rincón empolvado
Que era mi corazón/.

Un poema decía que habías navegado en barcas huecas todo el tiempo,
Con tus propias manos remaste contra corriente
Y al final no pudiste retornar como lo hacen los salmones,
Por eso habías llorado
Y llorabas como un río que se va lleno de pena
Y que no
Puede regresar más a su lugar de origen.


(3) Un Facsímil ha llegado a la redacción,

El Facsímil ha llegado
Más temprano que de costumbre
Junto al vapor del café caliente de la mañana
Pero huele a rocío matinal,
A canto frío.

(4) Noticia,

Descubren a los que se aman comiendo un helado de chocolate a media mañana

La mañana de ayer al promediar el mediodía, en una de las plazas principales de la ciudad,
Ellos fueron vistos de la mano, sentados en una banca
Comiendo un helado de chocolate,
Fuentes extraoficiales comunicaron,
Que ella recostó su cabeza en el hombro izquierdo de su hombre
Y él miraba con infinita ternura las pupilas de su mujer.

Los curiosos denunciaron que ambos tenían las miradas turbulentas.
Que los ríos de su sangre se podían escuchar a muchos metros de distancia,

La vendedora de helados,
refirió que él se acercó con ella de la mano y pidió dos helados de chocolate,
pagó con una moneda y se marchó agradeciendo con premura.

Los asesinos de sueños, ya se encuentran tras ellos,
Los moralistas del mundo anunciaron
Que su captura es cuestión de horas.

Una vez que sean detenidos serán puestos a disposición de los tribunales,
Para que se les impida salir tomados de la mano por las plazas,
Comer helados de chocolate a mitad de la mañana y decirse palabras tiernas.

(5) Naufragio urbano, arrastrado por las olas de tu vientre

Nada de tormentas en un vaso de agua
Sólo el solo silencio
Navegando en un rincón de la ciudad.

La barca naufragó
Fue asolada por las olas de barcos piratas que nos perseguían
Cuando tatuaba líneas en tu piel
Y nuestros cuerpos desnudos naufragan
En un mar tormentoso hasta una isla desierta.

El agua de coco de tu isla calma mi sed,
Y las palmeras de esta playa casi desierta
Cubren nuestros cuerpos deshabitados de pudor,
Deshabitados de los ojos de nuestros perseguidores que nos miran desde el mar,
Agitando esa bandera pirata con una calavera blanca sobre esa tela
Negra
Negra
Negra
Como la noche misma que nos protege.









El
Barco
De
Los
Piratas
Nos persigue
Como una mortaja
Una mortaja nos persigue
Agitada en el mar
En el horizonte
Cada vez
Más
Lejos.










No podemos construir sobre esta playa
Un castillo de arena
Porque
Cuando llegue la mañana
Habrá bajado la marea
Solo las huellas de un naufragio
Dejas en mi corazón
Cada vez que te veo alejarte en el horizonte de cemento,
Subida en un taxi que te arranca de mi lado.

En esta ciudad llena de noticias extrañas
Donde a diario se imprimen tragedias nuevas
Donde fluyen los ríos del desengaño
entre expedientes
de juzgados amarillos
con mesas de madera
y estantes de metal oxidado.

El naufragio deja en desorden los restos de un amor que sucumbe incesantemente con las olas de tu vientre.

(6) Un e-mail recibe una nueva noticia,

Esta vez no fue por Fax sino por e-mail
La aldea globalizada también nos atañe
Y las noticias se imprimen a velocidades insondables
Como el hambre como las tragedias inverosímiles de las que los políticos no hablan.
Segunda noticia

La tarde del sábado 3 mayo
(7) El circo,


Este fin de semana fueron vistos nuevamente,
Atravesaron la ciudad en un automóvil blanco marca Hyundai
Cruzaron la ciudad entera por arterias poco transitadas
Hasta llegar a las inmediaciones de un circo,
Cuando bajaron del automóvil
Se pudo ver que junto a ellos
Dos trozos de primavera los acompañaban,
No se descarta que se trate de dos ángeles que habrían sustraído del cielo en una de sus recientes incursiones a él,
Pues se sabe que a menudo tocan el cielo con las manos cuando están juntos.

Se sentaron en lugares cercanos a la pista del escenario del circo
Y rieron mucho con unos payasos
Y jugaban entretenidos, despreocupados
(la osadía es una de sus artimañas más disímiles que aplicaban en silencio entre sus manos,
Entrelazadas,
Confundidas mutuamente,
Mientras la gente desde la distancia miraba preocupada)

Se pudo notar el miedo de él cuando los trapecistas hacían maromas en el aire
Y con descaro
Fotografió las piernas de Antuaned, una de las artistas que pendían de una cuerda y giraba en el aire.

Fueron felices entre esa multitud de miradas, entre el brillo de las luces y de los reflectores
Y de todas esas cosas que se suelen presentar en lugares de esa clase,
En esos antros de alegría,
Donde se mata a la tristeza.

Fueron vistos al salir más felices de lo que llegaron, y siguieron huyendo, huyendo, huyendo…

Hasta el momento los encargados de su captura no han podido dar con su paradero.

Pero hay un rastro de felicidad que habrían dejado,
La policía se negó a informar más al respecto, pues temen entorpecer las investigaciones.








Y
Una
Muchacha
En el circo se mecía
Desde lo alto en el aire
Como si fuera una araña

Y la risa de un payaso se
Iba haciendo larga como
La pena de tu mirada
L
A
R
G
A
Como los hilos que nos sostienen a la vida
Hasta que llega un día que se rompen,
Entonces caemos sin red
A un vacío
Donde ya no va a dolernos
Pero que hace sufrir
A quienes ven que caemos en
C
A
M
A
R
A
Lenta.










(8) Cavernario,

Este poema era para ti
Cuando el primer hombre de las cavernas
Dibujaba en una grieta con ocre,
Yo
Hombre primitivo
De la aurora
Había escrito este poema con mi sangre
En las cavernas profundas de mi alma
Y después dormía sobre pieles
Que no sabían de madrugadas de a dos
Mirando a las estrellas
Que no sabían de más hogueras
Que las que trazaban los rayos en las tormentas
Y no
Como
Las nuestras
Que nos queman a fuego lento

Tu piel en mi piel
Incendiándolo todo.

(9) Incendio,

Racimos son tus llantos
Sobre mi incendiado corazón
De piel mojada
De ojos mojados
De labios mojados

Y de esa calle mojada por donde se nos va la vida
Inevitablemente,

Ombligos húmedos de ti
Ombligos húmedos de mí
Y más al sur un cataclismo
Que nos hace humanos,
Que nos humaniza,
Humanidad
El humanismo es un pañuelo inexistente ante esta pasión.

Hasta llegar al estruendomudo del amor.

(10) Desagravio,

Ante la información que propaláramos el día de ayer
Debemos hacer la siguiente fe de erratas
Que es más bien una fe de ratas
Los agraviados y mencionados en el texto
Afirman una comunión que trasciende a los umbrales de las calles,
De los pisos
De las cordilleras
Como una torre de Babel al que el amor no escapa.

Según declararon para nuestro medio
Son perseguidos políticos del amor
Por lo que en las próximas horas estarían pidiendo asilo en una embajada,
La embajada de una canción de Armando Manzanero
“…Esta tarde vi llover, vi gente correr y no estabas tú…”

(11) Cámara Digital

La cámara fotográfica
Ha detenido el tiempo
En ella nos miramos y
Nos vemos detenidos
Con rostros felices de
A dos como las manos

“Cuadrada lente de luz
Ilumina la memoria”

Pero esa cámara digital
No puede grabar la imagen de tu alma
Como pueden grabar mis ojos tu angustia
Cada vez que llega la mañana
Y
Te
Sientes
Cada vez
Más sola y
Más distante
De las cosas que
Una vez tuviste como
Una puerta y una casa,
Una mesa y una cama y
Unas sábanas donde sentías
Que el amor se fue por la ventana
Una madrugada cualquiera de enero… sin saber a dónde.

Por eso esa cámara
Solo toma imágenes muertas
Que son como palomas
Que cayeron de la tarde
Sin saber a dónde ni por qué.

Esa cámara no puede detener
El vuelo de una hoja que cae,
Ni el tiempo a la hora de amarte.

Solo son imágenes
Que nuestra piel desdibuja
Para que vuelva a dibujarla tu mirada
Y la ternura de tus manos enamoradas
Sobre la piel de tu recuerdo.